POR QUÉ EL DISEÑO NO ES SUFICIENTE (Y QUÉ NECESITAN HOY LAS MARCAS)

En un mercado donde todo es visual, parece lógico pensar que el diseño lo es todo.
Pero no lo es.
El diseño sin sentido se queda en superficie.
El diseño sin criterio se convierte en ruido.
El diseño sin intención es solo decoración.
Y una marca no necesita decorarse.
Necesita significar.

1. El diseño llega al final, no al principio

Muchas marcas empiezan por lo que se ve.
Por el color, por el logotipo, por el feed.
Pero una identidad visual no puede salir de una estética:
debe salir de una verdad.
El diseño es la traducción, no la causa.
Es consecuencia del relato, del posicionamiento y de la dirección estratégica.
Cuando empiezas por el diseño, construyes maquillaje.
Cuando empiezas por la voz, construyes marca.

2. Antes del diseño hay tres elementos esenciales

Intención

¿Qué quieres aportar?
¿Qué quieres provocar?
¿Qué lugar quieres ocupar?

Relato
¿Qué historia sostiene lo que haces?
¿Qué te hace único?
¿Qué hace que alguien te escuche y te recuerde?

Criterio
¿Qué decisiones filtras?
¿Qué no harás?
¿Cómo sabes que vas por el buen camino?

Sin estos tres elementos, el diseño no puede hacer milagros.

3. El diseño es poderoso… cuando nace de claridad

Cuando una marca sabe quién es,
el diseño se vuelve inevitable.
Se ordena solo.
Fluye.
Explica.
Amplifica.
Cuando una marca no lo sabe,
el diseño se convierte en un parche.

4. La visión Gala Stories

En Gala Stories no empezamos por el pantone.
Ni por el grid.
Ni por el logotipo.
Empezamos por conversaciones.
Para dejar hablar al proyecto.
Para escuchar de dónde viene y hacia dónde quiere ir.
Solo entonces diseñamos.
Y eso hace que el diseño no sea decorativo,
sino inevitable.

Porque el diseño no sostiene una marca.
La historia sí.

Gala Stories. Donde las marcas encuentran su voz.

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